#ElPerúQueQueremos

Construir y mantener la belleza

Publicado: 2010-03-15

El negocio de la construcción y los materiales de construcción no se restringe únicamente a los nuevos edificios. El Perú entero aún no termina de construirse. Faltan muchos cuartos, pisos, techos, puertas y ventanas. Nos falta pintar el interior y pintar las fachadas.

No sólo nos falta concluir la construcción de “lo adecuado”, nos falta también la belleza, el acabado final, el toque distintivo.

Cuando uno levanta vuelo o aterriza en cualquier aeropuerto del Perú, lo que uno ve son decenas de miles de edificaciones que se quedaron en lo básico, muestran el ladrillo, no están tarrajeadas, menos pintadas. Cuando uno recorre el país y las ciudades por tierra ve demasiada basura, polvo, medio hacer. Cuando uno entra a las casas, puede ver todos los artefactos eléctricos, pero no – necesariamente -calidad de vida.

¿Sabemos los peruanos que significa terminar de construir una casa? En estos meses he conversado con muchas parejas del interior del país y de Lima en torno a su gasto familiar y las prioridades que le dan al uso de su dinero. De cada diez, acaso una ha terminado de construir su casa.

- ¿Por qué? – les pregunto.

- No alcanza - responden.

Pero luego de hacer juntos el presupuesto de gasto mensual nos damos cuenta que podría alcanzar, que hay gastos que no son tan importantes como el terminar la casa.

- ¿Cuánto cuesta el millar de ladrillos? ¿Cuánto cuesta una bolsa de cemento? ¿Cuántas necesitas para que el piso de tu casa no sea de tierra? – pregunto.

- Veo los ojos de mis nuevos amigos que dicen sí podríamos.

- ¿Cuánto cuesta un galón de pintura?

- Sí podríamos pintar los cuartos, la fachada.

- ¿Cuánto el metro cuadrado de cerámicos?

- Si podríamos terminar el baño, la cocina.

Sospecho que no lo hacemos porque la belleza interna y externa de nuestra casa, de nuestro negocio ni de nuestra ciudad está en nuestra agenda.

- Si no existe la meta, no hay movimiento orientado a hacerla realidad –les digo a mis nuevos amigos-. ¿Podríamos hacer de esto una ambición, un motor para ser sujetos económicos más activos? ¿O vamos a esperar a la otra vida para que nuestra casa este bonita?

- Podríamos – responden -.

Y pienso en lo quedados que son los que se dedican al rubro de la construcción: las constructoras, los ingenieros, los arquitectos, los albañiles, los electricistas, los ferreteros, las fábricas de pintura, de cemento, de cerámicos, de puertas, de ventanas, muebles, colchones, los publicistas de todas estas empresas, los medios de comunicación que cargan con la publicidad, los bancos que dan préstamos.

Todos ellos deberían estar interesados en que los peruanos terminemos de construir nuestras casas, en que nuestro gasto se oriente a construir la belleza que nos falta. Lección del día: hay muchas cosas que el consumidor no compra o no hace porque los ofertantes son demasiado pasivos.

* Una versión de este artículo se publicó en el suplemento Mi Empresa de El Comercio el domingo 14 de marzo.


Escrito por

Juan Infante

Sociólogo. Experto en temas de desarrollo económico y solución de conflictos. Consultor de empresas. Formador de empresarios.


Publicado en

2032

500 años después del encuentro entre los ejércitos de Atahualpa y Pizarro. Motivo más que suficiente para que todos nuestros traumas estén superados. Terminemos de construir nuestro país. Nos quedan 23 años.