#ElPerúQueQueremos

Comer saludable

Publicado: 2012-05-19

Tengo la suerte de haber sido invitado por la Asociación Peruana de Consumidores - ASPEC – a conducir un taller con productores de productos agroecológicos de Cusco, Apurimac, Ayacucho y las ONG´s que promueven la producción y su consumo. La pregunta que tenemos que responder es ¿Cómo hacemos para que más personas consuman productos agroecológicos?

Me encanta el reto. Mi tarea es provocarlos a pensar con más ambición, hacer que duden de la pertinencia de sus acciones para que, por un rato, puedan permitirse salir de sus paradigmas y pensar con mayor libertad. Mi tarea es hacer las preguntas que están ahí latentes pero que no se hacen en voz alta, incomodarlos para que descubran cómo pueden crecer.

La primera en intervenir es Marisol, la presidenta de una importante Asociación de Productores de nivel nacional. Luego siguen Eusebio, representante de los productores Ayacuchanos y un joven, Juan, cusqueño, miembro de la asociación Incas Vivientes. A cada uno les pido qué respondan tres preguntas concretas: qué producen, cuánto y en cuántas hectáreas. Sus respuestas son difusas, “no me floreen, por favor, denme números” – digo de manera incisiva. Les es difícil responder. Reconocen que no tienen fichas de producción y que si las tuvieran sería más fácil saber cuál es el tamaño de la oferta.

En todo caso, los volúmenes de producción son pequeños y la tierra se administra bajo el concepto de seguridad alimentaria. Es evidente que hay una tensión entre ese paradigma y el paradigma del mercado.

Luego reflexionamos sobre las ONG´s ¿Qué están promoviendo? ¿Soberanía alimentaria o desarrollo de mercado agro ecológico? ¿Orientarse al mercado es pecado? ¿Los intermediarios son sujetos malos y abusivos? ¿Es eficiente que los productores con sus pequeñas cantidades se hagan cargo de la comercialización? ¿No encarece eso el producto y retrasa su masificación?

A Alejandra le pido que nos hable como consumidora, ella es cusqueña: “A veces no consigo los productos que quiero” - dice. Le pido que sea explicita con sus sentimientos: “me frustro, tengo que comprar productos que no quiero”.

Me toca explicitar el drama de los clientes: no encontramos los productos de manera fácil en el mercado y eso nos produce angustia, tener que sustituirlos por otros que consideramos insanos nos genera culpa. Y esa angustia y esa culpa nos generan estrés y el estrés, enfermedad y la enfermedad, es todo lo contrario de lo que los promotores “agroecológicos” promueven. “O sea que es nuestra culpa” dice Eusebio, el productor ayacuchano, “si pues, ustedes son unos malvados” – les digo. Risas generales.

Hay una demanda creciente de productos agroecológicos, la oferta no es suficiente y por su ausencia el mercado se desarrolla más lento de lo que debería. Para el consumidor de productos orgánicos todo es difícil: hay que comprar un solo día de la semana en sitios específicos. Si esto fuera distinto, la demanda se multiplicaría.

Pero la otra cuestión es que muchos somos consumidores ignorantes. No sabemos cómo distinguir lo orgánico, no tenemos recetas, muchos productos no sabemos cómo prepararlos. La tarea es grande, pero es hermosa.


Escrito por

Juan Infante

Sociólogo. Experto en temas de desarrollo económico y solución de conflictos. Consultor de empresas. Formador de empresarios.


Publicado en

2032

500 años después del encuentro entre los ejércitos de Atahualpa y Pizarro. Motivo más que suficiente para que todos nuestros traumas estén superados. Terminemos de construir nuestro país. Nos quedan 23 años.