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Lima, el gran manicomio

Publicado: 2014-03-17

Estamos un poco locos. El mercado de La Parada era un total caos desde décadas antes de su traslado a Santa Anita. El paso de los comerciantes de un lugar a otro se planteó casi sin condicionamientos y lo lógico hubiese sido que se realice de propia iniciativa y dentro de un marco festivo.

No entiendo cómo pasar a Santa Anita no fue asumido por los mismos comerciantes como el gran logro de sus vidas. De tres miserables hectáreas, pasaban a un espacio casi veinte veces más amplio y sin mayores condiciones ¿No era esto motivo suficiente para organizar un tonazo? Pero no. Los comerciantes se la han pasado saboteando su propio progreso.

Estamos locos. En los últimos meses La Parada ya no era nada de lo que fue. Estaba reducida a su mínima expresión. Los puestos estaban en más de un cincuenta por ciento vacíos, sus ocupantes no eran los de antaño. En realidad, en su gran mayoría los nuevos ocupantes de La Parada eran minoristas.

Estos inquilinos precarísimos sabían que estaban con los días contados en ese lugar pero prefirieron no sumarse al proyecto de Tierra Prometida ¿A cambio de qué? De nada ¿Cómo es que pudieron pensar que se quedarían?

Locos. Parecía que los limeños no sabíamos que La Parada era el lugar desde donde se distribuía buena parte de las verduras y tubérculos de Lima. Un lugar sin ninguna higiene. No entiendo para qué nos lavábamos las manos antes de comer ni para qué le enseñábamos a botar la comida que se caía al suelo a nuestros hijos. La Parada no pasaba ninguna norma sanitaria.

Muy locos ¿Cómo íbamos a sostener el boom culinario con la bomba de La Parada activa? ¿Dónde hubiésemos tenido que ir a buscar a Gastón si cualquier cadena de televisión internacional se hubiese dado una vueltita por La Parada y sus alrededores y hecho un reportaje al respecto? Ya me imagino el titular: No comas en Lima y la Casa Moreyra no se inauguraba.

Relocos. Para la revocatoria toda La Victoria estaba plagada de carteles por el SÍ. ¡Qué se vaya Villarán! Era la consigna movilizada creo yo incluso desde el Municipio de La Victoria. Algo de experiencia tengo en el tema y les puedo asegurar que este ha sido el mayor acto que autoridad limeña alguna ha hecho por este distrito.

Si la salida de los ambulantes de Gamarra significo un gran salto empresarial para miles de empresarios y la revalorización de una amplísima zona del distrito, con el Parque del Migrante (y espero las futuras acciones de los próximos gobiernos municipales) ocurrirá lo mismo ¿Cómo oponerme si mi tierra valdrá más? ¿Si mi barrio será más seguro?

De manicomio. Podemos hacerles centenares de críticas a Susana Villarán y su equipo. Ya haré yo las mías. Pero sabotear esta medida, arrinconarla para que no la culmine, fue de una insensatez de antología.

Sin duda Lima será mejor ahora con Santa Anita y con el Parque del Migrante.

Publicado en Diario16 el lunes 17 de marzo


Escrito por

Juan Infante

Sociólogo. Experto en temas de desarrollo económico y solución de conflictos. Consultor de empresas. Formador de empresarios.


Publicado en

2032

500 años después del encuentro entre los ejércitos de Atahualpa y Pizarro. Motivo más que suficiente para que todos nuestros traumas estén superados. Terminemos de construir nuestro país. Nos quedan 23 años.