La responsabilidad del Presidente.

1. PPK ofreció que les aumentaría el sueldo durante su primer año de mandato. La promesa fue incumplida.

2. PPK fue el que se comprometió, PPK no explicó a los centenares de miles de maestros por qué no cumplió su promesa.

3. Un error frecuente de la gente con poder es creer que las personas aguantan el incumplimiento de la palabra empeñada todo el tiempo y todas las veces.

4. PPK es el principal responsable de la huelga de maestros. Nos guste o no nos guste. Y debe explicarle al país qué pasó y qué va a ser a partir de ahora para que nunca más en los próximos 4 años se repita algo así.

La responsabilidad del Ministerio

1. Existen enormes grupos con necesidades específicas dentro del magisterio, estas necesidades deben resolverse y cuando se resuelvan surgirán otras más complejas, es un escándalo que las agendas concretas de estos grupos específicos sigan en "pendiente".

2. El Ministerio de Educación debería conocerlas al dedillo y estar trabajando para que los maestros estén contentos ejerciendo su labor y desplegando el máximo de sus capacidades y talentos y no con rabia de trabajar para un empleador que no se ocupa de sus condiciones de trabajo.

3. No parece que lo esté haciendo. No parece que el principal valor de la educación en el Perú sean los maestros. Fujimori privilegió la construcción de colegios, Toledo los sueldos, García los colegios emblemáticos y la "reforma magisterial" basada en exámenes a los maestros, Humala beca 18 y continuo en perfil bajo con las evaluaciones a los maestros. En el interín algo de capacitación ha habido.

4. La agenda de las condiciones laborales de los maestros (más allá de los sueldos) parece nunca haber sido abordada y, de seguro, forma parte de las rabias acumuladas.

5. Esa agenda debe ser la del Ministerio, pero para que los problemas de los maestros en sus localidades sean resueltos, se deben resolver los enormes problemas que tiene la burocracia del MINEDU y la de las regiones.

6. Ya funcionaba muy mal la burocracia más cercana al maestro cuando todo dependía del Estado central. Es muy probable que las cosas hayan empeorado ahora con funciones descentralizadas a las administraciones regionales.

7. La política "yo no fui, fue Teté" como excusa ante las debilidades de los cuerpos administrativos del Estado en sus niveles centralizados y descentralizados permite que al final nadie se haga responsable de nada afecta al maestro.

8. Las regiones pueden tener las competencias pero no tienen incorporado su responsabilidad. Si esta es la realidad, el Estado central administrado por el gobierno no puede hacerse el loco. Tiene que hacer que las cosas funcionen.

La administración regional es desastrosa

1. En los noventas fui testigo del enorme sufrimiento que le originaba a los maestros la burocracia del Ministerio de Educación en sus zonas. Cualquier necesidad específica de un maestro pasaba que pasaba por un funcionario, podía devenir en coima, favores e, incluso, si eras maestra, en chantaje sexual.

2. Veinticinco años después esto debe estar peor en . Los maestros deben estar siendo tratados muy mal. La responsabilidad es de la autoridad regional, pero no necesariamente los maestros se la asignan.

3. Por otro lado, las autoridades con vocación reeleccionista, tienen todos los estímulos para no pelearse con los maestros. En ese sentido, no sirven como contenedores de malestar, sino al contrario. Su afán de quedar bien con los maestros y sus dirigencias sindicales por sus futuras ambiciones políticas los lleva naturalmente a ser aliados de la huelga y no factores de solución.

4. El gobierno central ha actuado con otros supuestos, ha pensado que los gobiernos regionales y los gobernadores tienen sus intereses alineados con las "razones de Estado".

5. No hay "razones de Estado" comunes entre nuestras distintas instancias de gobierno (central, regional y local).

6. Tampoco hay aparatos burocráticos que actúen en sincronía para construir un mejor ambiente laboral para los maestros.

¿Cuál es el plan?

1. Una huelga tan larga, con los maestros que no ceden a pesar del gran aumento de sueldo ofrecido, merece una respuesta más compleja.

2. Que un grupo humano llegue a una medida tan radical como la huelga, que delegaciones del interior se movilicen hasta Lima, habla de un gran malestar y de una rabia.

3. La rabia ha sido canalizada por dirigencias muy radicalizadas y con intereses políticos, que de ir materializándose en los próximos meses y años, van a poner al país en dificultades.

4. Hay un peligro. La huelga va a terminar, si el Estado se duerme y no hace mucho más que dar fin a la huelga, los problemas van a ser más grandes.

5. Hay una gran oportunidad. Muchas cosas deben ser replanteadas. La primera, la manera como el Estado se está organizando.