Gamarra y el dilema del Perú
El desarrollo atrapado por la red de la corrupción
El desarrollo de Gamarra ha estado (está) atrapado por la red de corrupción, como gran parte de las localidades del Perú.
Un alcalde híper mafioso actuando con impunidad y total desparpajo desde el primer día de su gestión ha sido la cereza de la podrida torta.
Recién veinte meses después de una contundente denuncia de un reportaje televisivo del programa Panorama, Elías Cuba hoy alcalde suspendido en sus funciones, ha terminado en la cárcel (no sabemos aun si en una breve visita o en una prolongada estancia).
El líder de la Coordinadora de Empresarios de Gamarra, Diógenes Alva, denunció sostenidamente a Cuba desde los primeros días de su gestión (como antes ya había denunciado a cada uno de los alcaldes anteriores). Lo mismo hicieron otros líderes desde otras zonas comerciales de La Victoria. Pero nada, Cuba se quedó al mando del distrito tres años y siete meses y algunos días, es decir, casi hasta el fin de su gestión.
¿Cómo hace un miserable para quedarse en el poder tanto tiempo y que el sistema de administración pública y de justicia del Perú no actúe de manera rápida y contundente? Ahora lo sabemos: líderes políticos, congresistas, jueces, fiscales, órganos de control, miembros de la policía, ministros, alcaldes, dirigentes deportivos, deportistas, empresarios, abogados, dueños de universidades, religiosos, periodistas, dueños de medios de comunicación…, todos van comprometiéndose en una escalera de favores que lleva pronto a que se pasen por alto los peores delitos ya sin que nadie pueda decir hasta aquí nomás. Así, de a pocos, una y otra vez se vuelve a construir la hermandad del mal.
Robar todo lo que se pueda de las arcas públicas ya no basta. Aceptar coimas para conceder obras, alianzas público privadas, iniciativas empresariales en territorio municipal no es suficiente, tampoco las coimas para permitir que “empresarios” hagan lo que se les de la gana en sus propiedades. Faltaba tomar las calles del distrito como territorio propio e inundarlas de ambulantes y cobradores de parqueo. Todo lo que se te ocurra es posible si u forma parte de la hermandad del mal.
No importa que bloquees la inversión de miles de pequeños empresarios. No importa que ya ese haya sido un territorio libre de ambulantes. Todo puede volverse a enmierdar ad infinitum. Y lo puedes hacer siendo la autoridad principal de tu localidad y con la complicidad de quienes te tendrían que hacer el pare desde las otras instituciones del Estado.
¿Cómo hace un miserable para quedarse en el poder tanto tiempo y que el sistema de administración pública y de justicia del Perú no actúe de manera rápida y contundente?
EL ESTADO ESTÁ EN DEUDA CON GAMARRA
Es claro que el Estado está en deuda con Gamarra. Hay una pregunta, sin embargo, que hoy es difícil responder ¿Qué institución en el Estado va a pagar esa deuda?
Los empresarios de Gamarra y sus trabajadores salen hoy a marchar. La marcha se dirige al “palacio de justicia” como forma de presionar para que una jueza no suelte al alcalde delincuente. Pero es claro que eso no resuelve el problema. El ecosistema mafioso de La Victoria ha perdido a sus más descarados exponentes pero el resto solo se está escondido. Las ratas pronto tendrán hambre y saldrán nuevamente a comer.
El ejecutivo ha destinado un contingente policial para garantizar la seguridad en Gamarra, la pregunta es por cuánto tiempo, y es claro que eso no basta. Ya antes lo ha hecho unas semanas y luego los policías desaparecen y el caos comienza a reinar inmediatamente. La policía no basta.
El congreso, por todo lo que el caso de La Victoria ha expuesto, debería hacer una revisión total del marco normativo municipal pero no lo hará. No lo hará a pesar que todo en el Perú funciona de manera parecida. Y no lo hará porque congresistas, alcaldes, miembros del ejecutivo local y regional, jueces, fiscales, comisarios, todos se usan mutuamente para enriquecerse ilegalmente.
¿CÓMO SE SALE DE UN DESASTRE COLOSAL?
Que el alcalde Elías Cuba y parte de su grupo de delincuentes esté ya en la cárcel no significa que la mafia no se vaya a regenerar pronto.
¿El teniente alcalde no pertenece a la misma red de corrupción? Y si no pertenece ¿Con qué fuerza actuaría? ¿Los funcionarios de La Victoria? ¿Cuál es la garantía que ofrece el Estado peruano para que nada de lo que pasó vuelva con el paso de las semanas? Ninguna.
El municipio de La Victoria Gamarra debe ser reestructurado por completo. Hace décadas. Gobierno metropolitano y gobierno central deberían intervenir para que la realidad lumpen de La Victoria se transforme.
La salida del Mercado Mayorista de La Parada fue una oportunidad perdida para la ciudad de Lima. Ese cambio sustancial debió acompañarse por un esfuerzo de todos por armonizar La Victoria. Pero nada se hizo desde ninguna instancia. El lumpenerío que era contenido por el mercado mayorista se ha esparcido.
Vienen nuevas elecciones y eso tampoco garantiza nada. La democracia, tal como está planteada no ayuda a resolver el problema de Gamarra ni el de La Victoria ni el de ninguna localidad tomada por las mafias (en el Perú, son pocos los distritos que se salvan).
Los mafiosos son los menos. Son en realidad pocos pero parecen imbatibles. Atarantan y amenazan a quien protesta. Y el que protesta termina deprimido porque no hay manera de hacer justicia.
Continuará…