CÓMO DESCRIBIRÍAMOS A LOS PERUANOS GENERACIONALMENTE SI NO FUÉRAMOS TAN DEPENDIENTES DE LA ACADEMIA NORTEAMERICANA.
Perú no vivió un "baby boom" entre el 1946 y 1964. En 1964, fue el último año que el índice de fecundidad (número medio de hijos por mujer) en EEUU fue de más de 3 niños. En Perú, fue recien en 1998 que eso ocurrió.
Y la tasa de natalidad (número de nacimientos por cada mil habitantes en un año) que Estados Unidos alcanzó en 1964 fue de 21.10%, luego de ese año fue menor al 20%. En Perú, el último año de una tasa de natalidad mayor al 20% fue recién en el 2013.
¿Qué ocurría en el Perú durante esos años? La migración explosiva del campo a la ciudad. Si algún nombre debería llevar esa generación tendría que estar vinculada a ese proceso.
Entre 1965 y 1980, fue el período de la gran urbanización de las ciudades. O si quieren, la gesta heroica de convertir arenales y cerros arenosos en ciudades. Velasco y sus reformas, sobretodo la agraria y la educativa, modelaron el pensar de esa generación.
Entre 1981 y 1995, el fenómeno principal fue la destrucción del "viejo orden": terrorismo, hiperinflación, el quiebre de la democracia surgida luego de los militares. Lo que primó en esos años fueron las restricciones económicas y el miedo. Nuestros "millenials" crecieron en el miedo y encerrados en sus casas, hijos de una guerra, vivieron su infancia entre apagones y explosiones, comieron mal, a sus padres no les alcanzaba el dinero, en sus años formativos primó la escasez.
¿Tenemos Centenialls? ¿Acaso podemos decir como en Estados Unidos que los nacidos entre 1996 y el 2015, vivieron en un Perú plagado de tecnologías digitales? No, no podemos. Esa generación quizás empiece en el 2015 con la masificación de los smartphones. Pero no antes del 2010. No nos engañemos. Esa generación lo que sí es hija del boom económico, pero también, del manejo corrupto del Estado que ese boom económico trajo.
Me pasaron el cuadrito en un grupo de WhatsApp y me hicieron pensar. Se los dejo por aquí con ganas de que aterricemos en un pensamiento propio y dejemos de repetir huevadas que no van acorde con lo que vivimos en nuestro Perú.