Entre la nueva INFOnoRMALIDAD y la clandestinidad
Peruanos condenados al comercio ambulatorio y a una economía clandestina
Bueno, ahora que hablamos de la "nueva normalidad" me imagino que mañana alguien comenzará a hablar de la "nueva informalidad" y el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces un ministro o ministra dirá, ¡no lo podemos permitir!, ¡qué horror! Si quieren abrir, ¡antes que se formalicen! ¡Qué comiencen "bonito"! ¡Qué llenen los formatos!
Y comenzarán sesudos debates sobre la "nueva informalidad" porque, allá arriba, en las alturas, les gusta jugar con las palabras y regodearse antes que actuar.
Mientras tanto peruanas y peruanos transan por WhatsApp todo lo que pueden, en la representación perucha de los 45 primeros minutos de esa pela llamada la lista de Schindler.
Clandestinos
Clandestinas
como no corren por las calles, no son "nuevos informales", son más elegantes
pero igual están condenados a sacarle la vuelta a lo que dictan los hombres y las mujeres de gobierno (humanos, con sus sesgos y paradigmas) y sus asesores cómodos, formales.
Mientras tanto "la gente oscura", "que no entiende", saldrá desordenada al ejercicio de comprar - vender - comprar, aglomerándose, para horror de la teleaudiencia que respetuosa espera que le llegue su "delivery", pedido a través de una plataforma de e-comerce, como ha determinado la mimistra de la Producción.
Y los reporteros correrán detrás de policías y de los "nuevos informales".
Y, mientras, un alcalde, macho man, con su chaleco antibalas, cree que ser autoridad es perseguir a palos, jalonear, a mujeres y hombres en vez de llamar por teléfono a su celular y pedirle al alcalde de su distrito, vamos, en vez de hablar consigo mismo, y ordenarse que se les genere espacios de compra, venta, compra, a esos peruanos.
Espacios donde la actividad económica sea realizada bajo simples criterios:
- distancia entre cuerpos
- mascarilla
- lavado de manos.
Me apena que cuando vuelvan las clases los niños jugarán
a policías e "informales"
y ya no a policías y ladrones.
Porque así son los chicos.