Los comerciantes de hortalizas de "La Parada" sabotean la llegada de alimentos por desacuerdo con su traslado a Tierra Prometida.

Tierra Prometida, queda al costado del Gran Mercado de Lima (conocido también como "Santa Anita", el mercado mayorista de la ciudad) y es un lugar sin ninguna obra de infraestructura (pabellones, estacionamiento de camiones, baños, etc.).

La Municipalidad de Lima, a la prepo, ha trasladado allí a los comerciantes. Grandes comerciantes que dominan la comercialización de hortalizas en toda la ciudad y ejercen un poder en el transporte y los agricultores ligados a esos alimentos. Esos comerciantes se resistieron a ser trasladados a Santa Anita y generaban el desmadre en una zona de La Victoria, en calles al pie del cerro San Cosme. 

Callejeros y todo, lo que podría dar una imagen de pobreza, estos comerciantes dominan toda la comercialización de hortalizas de la ciudad. Son muy poderosos. Pagan a los camioneros, financian a buena parte de los agricultores, sobre todo, de las zonas aledañas a Lima. Y, ahora, todo indica que están obligándolos a que se constituyan en una barrera para no dejar pasar camiones con hortalizas y a botar su mercadería. Obligan a los agricultores y camioneros a no abastecer Lima.

El alcalde Muñoz ha tratado este problema con poca inteligencia, mal diagnóstico, pésima estrategia y sin planificación. Debió priorizar una zona en el mercado de Santa Anita para ellos. Hay pabellones construyéndose para frutas, asignárselos a ellos era lo lógico. Tierra prometida es un absurdo.

Y no hubo plan de contingencia. Como cuando trasladó a los ambulantes a los parques zonales, mueve un problema a otro espacio, pero no lo soluciona.

Encima, con el poder político descabezado, sin ministros (sin ministro del Interior, sin ministro de Agricultura), con la Policía concentrada en reprimir las crecientes manifestaciones contra el golpe del Congreso, no hay manera de garantizar el libre tránsito de los camiones.

Lima cercada por unos empresarios inmorales, con los mercados desabastecidos y con los productos a precios exorbitantes. ¡Un escándalo! Acción Popular, Muñoz y Merino, 105 congresistas, la Policía dedicada a reprimir a los ciudadanos y el cártel de los empresarios de La Parada...

Esto es una muestra de cómo un grupo de empresarios es capaz de cualquier cosa por mantener privilegios que no son correctos. Esta vez son los comerciantes de hortalizas de La Parada, que encuentran en la torpeza de los políticos y en la sospechosa inacción de las autoridades una manera de hacer daño a la ciudadanía. 

Los empresarios debemos tener ética comercial. Debemos sabernos constructores de nuestra sociedad. No podemos actuar de esta manera. Si los políticos, los jueces y fiscales, los policías son como son, es en mucho, por la inmoralidad con la que actúan algunos empresarios y por la pasividad de todos los demás.

Empresarios chicos, empresarios grandes, empresarios ligados a la Confiep o a La Parada, demos la talla.