Un amigo ayer me dijo ayer: voy a cerrar mi restaurante, ya no me dan los costos.

Me ha dolido. Me resulta difícil pensar en otra cosa. Hay rubros empresariales que no pueden hacer nada o, si pueden hacerlo, es a un nivel de subsistencia: para mantener su equipo esencial de personas, el pago de sus alquileres y los préstamos, si eso.

Mi absoluta solidaridad con ellos, para toda la gente involucrada en: el sector del rubro gastronómico que no puede adaptarse al delivery, el rubro de eventos y catering, los hostales, hostels y hoteles, agencias de viajes, el transporte de turismo, los artesanos de todo el Perú, los centros de educación inicial y demás servicios educativos, los comerciantes instalados en centros y conglomerados comerciales y...seguro se me escapan rubros.

En la desesperación, un sector del rubro gastronómico está en una campaña retadora a las medidas de restricción: "NO DEBEMOS PARAR #PararEsQuebrar.

Y así es, para ellos, parar es quebrar. Y hay un contingente de peruanos que están sumándose a este clamor. Defendiendo su economía aun a costa de un potencial contagio, de lo que aconsejan los expertos de la salud y las medidas del gobierno.

Vamos a cumplir un año y esos sectores económicos han trabajado apenas unos meses y con limitada capacidad. No hay empresa que resista y, si lo han hecho, es por los préstamos de Reactiva Perú, el problema es que no ha habido reactivación y se están comiendo esos fondos con la esperanza de que esto va a terminar pronto, pero no termina.

Debemos comprender que toda actividad económica forma parte de nuestro capital como nación. TODA. Cuando los bancos están en crisis, pues hay un salvataje financiero. Cuando los proyectos mineros entran en conflicto con las comunidades que los acogen o de las que son vecinos, el gobierno, se preocupa. Cuando la actividad agro exportadora vive momentos de tensión con sus trabajadores, el gobierno se moviliza rápidamente.

Bueno, hoy debemos tener una política de salvataje centrada en esos rubros que no han podido atender durante buena parte del año. Muchos son pequeños y medianos empresarios, pero también hay de los grandes. Todos merecen atención.

El ministerio de Comercio Exterior y Turismo y el Ministerio de la Producción deben con urgencia, empezar un diálogo con los empresarios y, también con sus trabajadores, para dictar nuevas medidas. Por tanto, también tiene que sentarse en la mesa el Ministerio de Trabajo. Las medidas tienen que ser mucho más finas que las primeras. Apuntalando a estos sectores económicos. En el caso de los centros de educación inicial y colegios privados, se requerirá también la participación de los nidos.

Vamos a ver, temas que deben ponerse sobre el tapete:

- Planilla laboral: Los trabajadores son el principal capital de estos rubros, pero las empresas en para no pueden parar, qué se puede hacer temporalmente, hay que desatar la imaginación y ser flexibles, pensando que al retornar las actividades, ojalá con la mayor parte de empresas vivas, los trabajadores puedan también ser recontratados.

- Alquileres: Urge un diálogo con los propietarios de los locales y ver cómo pueden ajustar sus alquileres a la realidad. Muchos lo han hecho pero otros no. ¿De qué manera si puede ajustar el alquiler al aforo permitido?

- Préstamos: Esos sectores requieren, más que otros, una extensión de plazo de gracia. Y, cuando la pandemia pase y, no antes, un préstamo adicional para tener capital para volver a operar.

- Medidas de apertura posibles, medidas temporales de uso de locales y capacidad instalada ociosa: ¿qué se puede hacer con los locales si no se puede operar como antes de la pandemia?

¿Cómo podemos imaginar algunas calles, locales escolares, para brindar servicios gastronómicos, vender artesanías, ropa, etc.?

¿Podemos armar salas de transmisión con buen internet para docentes y trabajadores de oficinas? Vamos, hay que desatar la creatividad.

Más diálogo, más interacción entre todos, más trabajo interministerial.

Temas adicionales:

Cusco: Una parte importante de su economía estaba centrada en el turismo. Qué específicamente se está haciendo por ese sector.

Gamarra, Mesa Redonda, Villa El Salvador, y demás conglomerados empresariales: al cerrarse su actividad comercial, ¿cuál va a ser la estrategia de ventas? No me digan delivery, porque eso no funciona. Es urgente querido Jose Luis Chicoma, inventar zonas de comercio en los vecindarios de Lima y ayudarlos a descubrir una nueva manera de hacer distribución mayorista.

Los presupuestos del ministerio de Comercio Exterior y Turismo y del ministerio de Producción deben ser reformulados radicalmente en función a los retos de la pandemia. El ministerio de Economía y el Congreso deben ver este asunto con urgencia.

Una empresa es una organización de seres humanos que produce riqueza, gracias a sus capacidades, sus maquinarias, su infraestructura, sus insumos. Ese es un capital de nuestra nación.

No lo perdamos.